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26 de noviembre de 2009

Más de la historia del papel


Dejando de lado los dobleces y retomando el tema de la historia del papel, recordarán por la entrada anterior, que a mediados del siglo pasado, la Industria del Papel empezó a utilizar químicos, a consumir grandes cantidades de madera y agua además contaminar seriamente el ambiente.
En pocas palabras, una vez que se automatizó y que la demanda global de papel se incrementó considerablemente, esta Industria pasó de ser artesanal y poco contaminante a una de las Industrias más contaminantes y consumidora indiscriminada de recursos naturales.

Obviamente pasó lo que tenía que suceder, y recientemente (hablo de hace unos 25 años) la producción de papel empezó a estar limitada nuevamente por el abasto de fibra. Obvio, los árboles no crecen tan rápido y, para que se den una idea de lo que consume esta Industria, tan sólo en nuestro País se talan alrededor de 13 millones y medio de árboles para producir celulosa para papel y eso tomando en cuenta que actualmente el 83% la fibra que se ocupa para hacer papel en México proviene de reciclaje y otras fuentes que no son madera… Imagínense la cantidad de árboles talados a nivel mundial sólo para obtener la celulosa… y ya ni hablemos del agua: 115,000 litros de agua por tonelada de papel…

Regresando a la historia, cuando el abasto de madera para los molinos de papel comenzó a disminuir, se comenzaron a buscar nuevas fuentes de fibra e inclusive a utilizar desechos en varias partes del mundo para aumentar los recursos de fibra.

Actualmente el reciclaje del papel es una práctica común y con la necesidad creciente de cuidar nuestro planeta, la Industria del Papel está orientada a ser más eficiente y menos contaminante.

Es por eso que los nuevos campos de investigación en nuestros días se basan en la posibilidad de mejorar los procesos ya existentes, descubrir nuevos procesos para utilizar mayor diversidad de materias primas (tanto nuevas especies vegetales accesibles, como desechos forestales o materiales reciclados), reducir el consumo de agua y controlar el vertido de contaminantes.

Por ejemplo, un proceso eficiente de papel reciclado es capaz de ahorrar el consumo de energía hasta en un 70%, de agua hasta en un 90%, la contaminación atmosférica hasta en un 73% y los desechos sólidos en un 39%. Obviamente un proceso de reciclaje poco eficiente no logra estos números pero por lo menos consigue ahorrar un 15% de agua que ya es algo…
Bueno hasta aquí dejo la entrada que si no queda larguísimo. Ya sólo falta la última parte que toca brevemente el desarrollo del papel en México.
Saludos

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